Ágora y su banda sonora

 Ágora es un filme de el ilustre Amenábar estrenado en 2009. Esta película nos transporta a un Egipto en la época de esplendor de la Antigua Grecia. Nos narra como una joven filósofa, Hipatia, imparte clases a jóvenes que serán importantes filósofos o sacerdotes en el mundo griego. Pero en la ciudad donde transcurre la acción, la mítica Alejandría, se desencadena una lucha entre la nueva religión de la época, el cristianismo y el paganismo. Los cristianos, poco tolerantes con el paganismo, desencadenan una serie de altercados en contra de esta fe, y cómo consecuencia, queman la biblioteca de la ciudad, un importante archivo de documentos muy importantes del mundo grecorromano que desaparecerán para siempre por este siniestro. Esta trifulca entre ambas creencias y la defensa Hipatia de sus creencias filosóficas y religiosas desencadenará la muerte de la joven a manos de los cristianos. 



El elegido por Amenábar para realizar la banda sonora de su filme fue Darío Marianelli, un compositor italiano culpable de bandas sonoras cómo la de ''Orgullo y prejuicio''. Para su creación musical se inspiró en sonidos y tonos con un corte más oriental guiado a la tradición griega y egipcia, pero adaptados en cierta manera a una música occidental. El compositor adapta la música a la imagen fusionándose estas entre sí creando atmosferas muy curiosas. Cómo introduciendo cantos de corte gregoriano en algunas escenas para darle un toque más dramático a la imagen. La música del filme nos sitúa en el lugar donde se desarrolla la acción, debido a que por algunos sonidos de percusión nos recuerda a sonidos africanos. Al inicio del filme la orquesta nos ofrece una mezcla de música sacra y árabe con una voz soprana que nos introduce la escena inicial a la perfección. En repetidas ocasiones el compositor para hacer una transición entre la música y los diálogos, integra la música con el griterío o la algarabía de las gentes para que la música desaparezca poco a poco e introducir la escena. 




Pero el momento cúspide de esta banda sonora es sin duda en la escena en la que se rebelan los cristianos y incendian la biblioteca. La música resalta este momento con un sonido sentencioso incorporando instrumentos de percusión, como tambores, de forma muy marcada para anunciar la tragedia que se avecina. En esta escena se vuelven a utilizar todos los recursos musicales ya usados pero de forma más fuerte. La música fusiona la orquesta y las voces para crear una sensación de agobio, de va a ocurrir algo que será irreversible. Y también introduce a la vez instrumentos de cuerda y cantos para dar formalidad a la escena. Y volvemos a la fuerte percusión y a la orquesta para el momento cumbre de la escena, que es el ataque a la biblioteca. 

Esta banda sonora realmente no es una de las más increíbles o impactantes. Ya que es muy plana y lineal, se limita a mostrar lo que el propio Amenábar quería que fuera aunque cumple con todas sus funciones a la perfección, lo que una banda sonora debe de tener. 

Francisco Juárez Martínez





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