Critica de la Sinfonía nº 9 de Beethoven - la Orquesta Sinfónica de Chicago

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El 18 de septiembre de 2014, el aclamado y mundialmente conocido compositor Ludwig van Beethoven vio interpretada su última sinfonía, la "Sinfonía nº 9 en re menor, Op.125", en un impresionante y sobrecogedor homenaje.En la Sala de Orquesta del Centro Sinfónico, tanto la Orquesta Sinfónica de Chicago como el Coro Sinfónico interpretaron esta increíble pieza musical con estilo y energía. Tanto la orquesta como el coro fueron dirigidos por el director italiano Riccardo Muti, que se alejó de sus habituales obras de Verdi para interpretar la sinfonía de Beethoven.

The truth about Beethoven's 'symphony of fate' – DW – 09/13/2018

El aforo se agotó por completo, ya que unos dos mil quinientos invitados, todos ellos con entradas adquiridas de antemano, asistieron al espectáculo. Sin embargo, esto puede parecer poco sorprendente sabiendo la increíble experiencia que supone presenciar la Novena Sinfonía de Beethoven con esta Orquesta en particular, junto con el hecho de que esta actuación marcó la quinta apertura de la temporada de Muti como director musical de la Orquesta Sinfónica de Chicago, un hito en sí mismo que merece la pena ver. Sin embargo, esta actuación también fue importante en otros sentidos, ya que fue posible en gran medida gracias a un donante anónimo, que rindió homenaje a un joven, Charlie, que era un ávido fan de Beethoven, y cuyo decimonoveno cumpleaños habría sido la fecha de esta actuación, aunque tristemente murió justo antes, haciendo de ésta una noche importante y especial para recordar, no sólo para el público, sino también para que los intérpretes conmemoraran adecuadamente la vida de este joven. 

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En cuanto a la pieza musical en sí, y a la forma en que la orquesta la interpretó, el resultado global fue ampliamente satisfactorio. Beethoven escribió la pieza para que fuera en gran medida monofónica, aunque abriera con tonos polifónicos y los instrumentos de cuerda controlaran en gran medida la melodía principal. Con esto en mente, la obra adopta una forma sonata en cuatro movimientos, con los instrumentos convergiendo a través del desarrollo de la narración, y combinándose hacia el final de la obra, que se desarrolla aún más con la adición del coro. Muti también lleva esto más lejos con su propia interpretación, al incluir solistas en todo momento. Destacaron Eric Owens, Matthew Polenzani, Camilla Nylund y Ekaterina Gubanova, todos los cuales deleitaron con sus capacidades vocales, y cautivaron con su convincente capacidad para cantar en alemán, aludiendo a una parte importante de la pieza, en la que el poema "Himno a la alegría" adquiere protagonismo. Sin embargo, posiblemente hubo algunos fallos en la entonación de la pieza. La Novena Sinfonía es posiblemente una de las composiciones más apasionadas y dramáticas de Beethoven, y aunque esto se reflejó en la apertura y a lo largo de la mayor parte de la interpretación de Muti, sobre todo con su uso del tempo y los acordes acentuados, que anunciaron el característico re menor de la pieza, creando el aspecto belicoso y marchoso, es posible que faltara algo de pasión en el aspecto del adagio, aunque esto no impidió en gran medida la grandeza del resultado global. 


Muti conducts Beethoven e Brahms, Chicago - Riccardo Muti

 

Podría decirse que el mayor éxito fue el final, que conservó los sonidos de marcha, pero también utilizó los violonchelos y contrabajos para integrar lentamente los acordes reconocibles de la "Oda a la alegría", para luego ir en un crescendo espectacular. Con la ayuda de un cuarteto de cuerdas solistas y un gran coro, que finalmente se unen como orquesta y coro para concluir triunfalmente la obra y ofrecer al público una actuación asombrosa. La ovación del público y los gritos formales de alabanza ponen de manifiesto la excelencia de esta obra.

Por lo tanto, para concluir, el conjunto de la dirección de Muti y la interpretación orquestal y coral combinadas es eficaz. En mi opinión, la Novena Sinfonía de Beethoven, que él mismo ni siquiera podía oír debido a su sordera, ha recibido justicia en esta interpretación. La pieza, de una hora y veinte minutos de duración, fue un espectáculo digno de contemplar, y cabe esperar muchos más grandes triunfos de la Orquesta Sinfónica de Chicago, bajo la magistral dirección de Riccardo Muti.


https://www.youtube.com/watch?v=rOjHhS5MtvA

(enlace para verlo)


Natasha Cocksedge

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