Soy perfectamente consciente de que soy un alumno de cine, pero sinceramente, el cine y la música medieval no casan demasiado, es más, cuanto más atrás nos vamos en el tiempo menos fiel es la música que encontramos en las obras audiovisuales. Es por eso que dejaré el análisis a un lado (de momento) para hablar de otro tema del que domino bastante. Aquellos que me conocen personalmente saben que estoy familiarizado con la
improvisación, en mi caso con lo conocido a niveles generales como "
freestyle" y las "
batallas de gallos", que se presuponen como exclusivas del RAP y el hip-hop pero que en realidad constan de un abanico muy amplio de géneros, tanto de música urbana (siendo lo más común con bases de trap, drill, reggaetón, boombap…) cómo otros de música más tradicional (como jazz, flamenco, corrido tumbado, son montuno, bachata...). La música de improvisación lleva existiendo siglos y teniendo una gran relevancia en la cultura y la edad media no es una excepción.

Existen dos tipos popularmente conocidos de poetas medievales que acompañaban sus líricas de música con instrumentos y ocasionalmente realizaban el arte de la improvisación, estos son los juglares y los trovadores. Para comenzar, creo que lo propio sería diferenciar entre unos y otros. Por un lado, los juglares eran personas que se dedicaban a la música callejera, no estaban bien posicionados socialmente. Mayoritariamente se limitaban a tocar canciones de trovadores o a improvisar, solo los que tenían un gran conocimiento musical componían (lo que era muy raro). Se les podía ver tocando música instrumental sin ningún tipo de letra (ocasionalmente ofreciendo espectáculos de malabares, sátiras y entretenimiento diverso). Muchas veces servían de acompañamiento a trovadores con sus instrumentos. Los juglares podían ser "cazurros" (no es un peyorativo, es el nombre que recibían) que son aquellos que no tenían un nivel de cultura muy alto y otros (mayormente los que en un pasado habían pertenecido al clero) "goliardos" que tenían un gran nivel cultural. Los temas que trataban los juglares podían hacer alusión a la bebida, las mujeres, la fortuna e incluso ir en contra de la Iglesia.
Por otro lado, los trovadores estaban con las clases altas y actuaban para la alta sociedad, se dedicaban a componer sus sinfonías y letras aunque estos no tenían porqué tocar un instrumento, por eso a veces se acompañaban de un juglar que tocase al son de sus líricas. La temática que escogían para su música usualmente eran narraciones de batallas, letras satíricas, de amor, de carácter moral, fúnebre, político, etc. Al dejar de lado la música religiosa y cantar en verso sobre una base rítmica y melódica consiguieron expandir y explorar el mundo de las métricas, estructuras y las diferentes formas de encajar las palabras en general.
En resumidas cuentas estamos hablando de artistas que iban por las calles acompañando poesías compuestas o improvisadas sobre una base musical, parece ser que no hemos inventado nada. En la actualidad la trova es un genero concreto con una métrica muy específica que aún se sigue improvisando y del cual forman parte muchos músicos cómicos que presentan sus versos de forma original, actualmente el más conocido (debido a su entrada en el arte del RAP improvisado) debe ser el que se hace llamar "Lokillo" de Colombia. Sin duda la improvisación de la música es algo que el ser humano sigue perfeccionando y que lo acompaña en su historia, a mi, a título personal jamás dejará de interesarme y de sorprenderme, animo a la gente que lea esto que busque más formas de improvisación musical porque es todo un mundo del que siempre salen formas diferentes de sacarle jugo.
Pablo Bernete Serrano
Comentarios
Publicar un comentario