FLORENCE BEATRICE PRICE
Florence Beatrice Pierce, la primera compositora afroamericana
Florence Beatrice Pierce (1887-1953), fue una compositora clásica, pianista, organista y maestra de musica afroamericana. Fue reconocida por ser la primera mujer negra en componer una una sinfonía interpretada por una orquesta filarmónica mayor. Hija de un matrimonio mixto entro entre una profesora de música y un dentista.
Su primera performance fue a la edad de cuatro años y a sus 11 publicó su primera composición. Se graduó a los 14 años con honores en el Colegio Secundario y continuó sus estudios en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra, en Boston. Se hizo pasar por mexicana para evitar la discriminación en contra de los afroamericanos. Allí estudió composición y contrapunto con compositores como George Whitefield Chadwick y Frederick Converse. Por aquel entonces, Florence escribió su primera sinfonía de trio para cuerdas.
En 1906 regresó a Arkansas, donde ejerció como maestra antes de mudarse a Atlanta en 1910. En Atlanta fue la cabeza del departamento de lo que hoy en día es la Clark Atlanta University, una universidad históricamente negra. Dos años después contrajo matrimonio con un abogado llamado Thomas J. Pierce con quien se mudó a Little Rock, el pueblo en el que ella había nacido. Al poco tiempo escaparon del pueblo por las condiciones de Jim Crow.
Se instalaron en Chicago y allí empezó un nuevo periodo en su carrera como compositora. Estudió composición, orquestación y órgano con los mejores maestros de la ciudad, entre ellos Arthur Olaf Andersen, Carl Busch, Wesley La Violette y Leo Sowerby. Para 1928 ya había publicado cuatro piezas para piano mientras seguía dando clases en la Universidad de Chicago y en el American Conservatory of Music, donde también estudiaba lenguaje musical y literatura contemporánea.
En 1931, tras los abusos y malversaciones económicas por parte de su marido, decide divorciarse y se de ese modo se convierte en madre soltera de sus dos hijas. Buscando mantenerse a ella y sus hijas se convierte en compositora fantasma de canciones para una radio. En ese tiempo, ella y sus hijas viven en casas de amigos, hasta que es una alumna de Pierce, Margaret Bonds, quien las invita a mudarse con ella.
De esta convivencia surgió la dupla Pierce-Bonds, quienes consiguieron un reconocimiento inmediato por sus performances y composiciones. A su vez, Florence comienza a componer su “Symphony in E minor”, una pieza que estaba inspirada en la “Symphony No 9 in E minor. From the new World” de Antonín Dvorakla, con la que ganó su primer premio en los Rodman Wanamaker Foundation Awards. El 15 de junio de 1933, la Sinfónica de Chicago, dirigida por Frederick Stock, interpretó esta pieza, convirtiéndola en la primera afroamericana en ser interpretada por una orquesta mayor.
En los siguientes años, volvió a casarse y a separarse de su segundo marido, además de escribir otras extensas composiciones para orquesta, trabajos de cámara, canciones artísticas, arreglos de violín y órgano, piezas para piano, cuatro sinfonías, tres conciertos para piano y uno de violin. Entre sus creaciones, las más conocidas:
“Three Little Negro Dances”
“My Soul’s Been Anchored in the Lord”
“Song to a Dark Virgin”
“I’m Working on My Building”
“I Am Bound for the Kingdom”
“Moon Bridge”
El 3 de junio de 1953, Florence muere de una apoplejía en Illinois a sus 66 años, 13 años después de ser introducida en la American Society of Composers, Authors and Publishers. Aunque su música se vio ensombrecida durante algunas décadas tras la aparición de nuevos estilos musicales y muchos de sus trabajos se extraviaron, ella y sus composiciones permanecieron en el tiempo, marcando un antes y un después en la historia de la música clásica occidental y de las posibilidades, tanto académicas, como orquestales como interpretativas de las compositoras negras.
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