La Música en la Edad Media
El canto gregoriano o canto llano es música vocal religiosa sin acompañamiento instrumental (a capella). Varios cantores entonan al unísono una única melodía, o monodia, con texto en latín, ritmo no sujeto a acentos regulares y que se desarrolla en un ambiente sereno y altamente espiritual, apropiado a su objetivo de transmisión de la palabra sagrada.
El gregoriano fue el canto unificado de todos los monasterios y nació precisamente para fortalecer el sentimiento de unidad cristiana de Europa. Estuvo siempre apoyado por textos en latín, que era la lengua universal.
Las laudas son cantos populares devotos escritos para cantar en lengua romance. Su creación se atribuye a San Francisco de Asís, fundador de la orden de los franciscanos.
San Francisco había sido en su juventud trovador y, una vez consagrado a Dios, utilizó el canto propio de los trovadores para expresar su amor a la naturaleza y para elevar así su espíritu con la oración. La música no gregoriana del período románico, tanto religiosa como profana, era monódica. Es decir, constaba de una única melodía, como el canto llano.
Las cantigas son cánticos en lengua romance dirigidos a la Virgen María. Constituyen el monumento musical más importante con el que España contribuyó a la cultura de la Edad Media, Alfonso X el Sabio nos legó 417 cantigas, escritas en gallego. Las Cantigas religiosas de Alfonso X pueden agruparse en dos tipos:
- de milagros, o narrativas.
- loores o cantos de alabanza, de contenido similar a las canciones de los trovadores, pero en las que se sustituye la dama por la Virgen.
Paralelamente a la música religiosa se desarrolló también una música profana, es decir, no religiosa. Servía a la sociedad profana, que pasaba sus veladas en las largas noches de los castillos y que estaba mucho más fragmentada que la sociedad religiosa.
Surgió una música popular cantada y acompañada con instrumentos por los juglares y los trovadores. Es la denominada música profana.
Esta música estuvo apoyada por textos en lenguas romances, generalmente versos para cortejar a una dama o para cantar los amores a la dama ausente. Al igual que el gregoriano, esta música quedó escrita, garantizándose así su supervivencia hasta nuestros días.
Las primeras canciones no religiosas de que tenemos noticia son de los siglos XI y Xll, están escritas en latín y se les da el nombre de canciones de goliardos. Los goliardos eran estudiantes y frailes que habían abandonado sus conventos; vagaban por el mundo, de una escuela a otra, antes de la fundación de las primeras universidades, llevando una vida desordenada, criticada por las buenas gentes.
Clerici vagante es el nombre que se les daba en la época y sus canciones cuentan historias jocosas de tabernas y amoríos, en las que se hace burla de las cosas consideradas serias. Las diferencias entre esta lírica profana y el canto gregoriano son importantes.
- La mayoría de sus canciones son de tema amoroso.
- No emplean el latín, como en el canto gregoriano, sino las nacientes lenguas vulgares como el francés, gallego, castellano…
- Su música tenía un ritmo mucho más marcado que el gregoriano y se acompañaba con distintos instrumentos.
Comentarios
Publicar un comentario