LA MÚSICA PROFANA. El arte de trovar.


Tenemos la tendencia de confundir trovador con juglar, por lo que con este post y mi fanatismo por lo medieval, espero poder aclarar y explicar un poco la aparición de estos en su contexto histórico y que papel cubría cada uno, pues no solo existían estas dos características figuras, y si no sabias esto, acompáñame a verlo.

Durante los siglos, la música permaneció ligada como una propiedad exclusiva de la Iglesia, es más la desaparición de escrituras anteriores a la época, se le atribuye a su Institución por ser considerado pagano, todos sabemos que tanto libros como partituras u otros eran transcritos por la Iglesia.

En la Edad Media, se cambió la notación y se dividió la música en, música religiosa y música profana.
Además dio lugar al desarrollo de las lenguas romances, para expresar con la música sus deseos, aspiraciones, no siendo solo algo religioso, cosa que era difícil pues era por vía oral.

En el S.XI, los conventos instruyeron en poesía, artes, teoría musical y práctica instrumental.
Con el Feudalismo y las cruzadas, surgió el espíritu caballeresco y el amor cortes, además de estos se recurría a la parodia y a lo sátiro.
La música profana cogió más fuerza en Francia, Venantius Fortunatus fue el más antiguo poeta medieval.

La música profana en sí floreció en las principales vías comerciales y guerreras, el Camino de Santiago, Roma o las rutas de las Cruzadas.
Según una definición de la época, los que practicaban el arte de trovar eran "los que encuentran o inventan o el que compone en verso", sus biografías e historias no son verdaderas con seguridad, pues les rodea una gran fantasía, además del carácter anónimo y oral, sus canciones se han conservado en colecciones o cancioneros.

Ahora veremos estos personajes tan característicos de la época, que cantaban las canciones de gestas y otras canciones profanas.
Los juglares, son una clase de músicos profesionales, que aparecieron en el S.X, estos erraban solos o en pequeños grupos, yendo de aldea en aldea, castillo en castillo, difundiendo historias, ganándose un precario sustento con el canto, la ejecución instrumental, la prestidigitación y la exhibición de animales amaestrados. Al principio, se trataba de marginados sociales a los que se les negaba la protección de leyes y los sacramentos de la Iglesia. No componían poesía con música, sino que probablemente agregaran textos a nuevos a una melodía gregoriana. Uno de los juglares más conocidos era Marcabrú.

Los trovadores eran poetas y compositores que florecieron en la Provenza, donde habitaba paz y prosperidad y riqueza de la aristocracia. Eran nobles educados en la música, dedicados sobre todo al amor ideal. y componían  en el dialecto francés d'or, el primer trovador conocido es Guillermo IX de Poitiers y de Aquitania. 
Los trovadores huyeron tras la Cruzada de Albigense contra los herejes del sur de Francia, hacia el norte o hacia cortes italianas y españolas, buscando patronazgo, propagándose así la canción profana.

Aparte tenemos otras dos figuras menos reconocidas por la gente, esto me sorprendió al saberlo, pues por lo general cuando hablamos sobre el entretenimiento medieval, nos encontramos con los dos personajes anteriores, en muchos casos, los juglares no solo se dedicaban a contar historias, si no que también podían hacer representaciones de tal forma que se les podía llegar a confundir con los bufones.

Comencemos, los troveros, provenientes del Norte de Francia, se trata del equivalente a los trovadores, pero solo componían en la lengua d'oil, un dialecto francés medieval que se convertiría en el francés moderno, actuaron sobre todo en el S.XIII.
Dentro de su carácter se encontraba la rudeza norteña y la visión placentera del sur, ya que algunos trovadores emigraban  a otras cortes tras la anterior Cruzada mencionada.
Algunos troveros, miembros de la burguesía establecieron gremios y hermandades de poetas y cantores, que dirigían asambleas, puys, en las que un príncipe presidia un concurso para escoger las mejores canciones, uno de los mas conocidos era Adam de la Halle.

También, tenemos a los ministriles, que no eran ni poetas ni compositores, cantaban, tocaban y bailaban al son de las canciones compuestas por otros, o elaborando sus propias versiones de canciones populares, normalmente eran los instrumentistas que acompañaban a juglares y trovadores.

Para terminar esta pequeña explicación sobre estas figuras musicales en la época añadiré, que ni los trovadores ni los troveros constituían un grupo bien definido, ellos y su arte, florecieron en círculos aristocráticos, pero la mayoría de estos no eran más que aficionados dotados, las contribuciones significativas al arte vinieron principalmente de los profesionales, hombres de origen humilde que pusieron su talento al patronazgo de un poderoso.

                                                                                              Cortés López-Tello, Alba
  


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