La BSO de Amélie - Yann Tiersen

AMÉLIE

Amparo Porta afirma que “La música en el cine crea el motor afectivo de la historia, siempre va detrás de la imagen, pero de forma paradójica actúa de cómplice del espectador (…)”


Este es el efecto que podremos ver en “Amelie” película donde la música prácticamente nos está metiendo mucho más en el mundo mágico y los sentimientos de la protagonista, llegando al punto de que nosotros parece que estemos formando parte de ella y su fantasioso mundo.

¿Por qué digo mundo mágico o fantasioso? Alrededor de toda la película podemos ver que esta parece vivir en un mundo paralelo, donde ella disfruta de las cosas más pequeñas e insignificantes, ella misma lo dice, le da mucho más placer hundir la mano en un saco de legumbres o partir el caramelo quemado de la crema catalana que tener un hombre en su vida, además de que también en varias escenas podemos ver que ella concibe su vida como si de un cuento mágico se tratara. Esto nos lo transmite Yann Tiersen en su banda sonora, metiendo en algunos temas sonidos como campanillas, sonidos de triangulo o el xilófono… pero en acompañamiento a este mundo paralelo tenemos el acordeón, este instrumento, aparte de transportarnos a Paris, nos trasmite alegría, felicidad, ilusión, incluso ganas de vivir y todo esto junto nos muestra el mundo mágico de Amelie 



En contraposición al mundo mágico de Amelie, caracterizado por el acordeón, tenemos la cruda realidad, esta sería acompañada con el piano, la música apoya esos momentos donde Amelie recibe esos golpes de realidad y donde demuestra que no todo en la vida es un camino de felicidad, por ende, esos momentos acompañados por el piano nos dan ese toque de nostalgia y melancolía



Por ultimo tendremos una serie de temas musicales con los que el compositor nos quiere transportar al Paris más profundo, para ellos se sirve del acordeón y de ese ritmo característico de Francia en los años 40.


Otros elementos que no forman parte de la banda sonora, pero si tienen importancia a la hora de efecto sonoro, son los silencios, estos añaden cierta tensión a la trama, porque al carecer de la música desconoces lo que vaya a ocurrir, esto se puede apreciar en la escena del beso entre Amélie y Nino, donde todos seguramente estábamos de los nervios por ver como terminaba eso, debido a que es un momento tan esperando, que la carencia de música favorece más a esa tensión que sientes.


Entonces, podemos decir de esta banda sonora, que se caracteriza por el uso de dos instrumentos, por un lado, tenemos el acordeón, símbolo de la ensoñación, mundo irreal, mágico y feliz, además de simbolizar a Francia, es decir indirectamente está simbolizando esa Francia como un lugar irreal y mágico, en contraposición a este tenemos el piano, símbolo de melancolía, nostalgia y tristeza, este nos sirve para empatizar aún más con los sentimientos de la protagonista.

 

                                                                                                                 Teresa Rodriguez Ruiz

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