La Danza Húngara N.5 de Brahms.

Johannes Brahmas nació: el 7 de mayo de 1833, en Hamburgo, Alemania, y falleció el 3 de abril de 1897, en Viena. 

Se considera tradicional el estilo de Brahms, pero exhibe un sonido muy original. La forma puede ser clásica y posee perfección técnica, pero la calidez y el lirismo pertenecen al romanticismo puro.
Sus composiciones constan de cuatro sinfonías, dos conciertos para piano, un concierto para violín, un concierto doble para violín y violoncelo, mucha música de cámara, serenatas orquestales, y variaciones, varios volúmenes de música para piano, incluso las hermosas Liebeslieder (canciones de amor), valses, intermezzi y rapsodias. Fue otro importante compositor de la canción culta alemana. Coral: Un Réquiem alemán, Canción del destino (Schicksalslied) y otras obras.
Las Danzas húngaras nacieron en los años 1858-1869, en la versión para piano a cuatro manos.

Sus 21 danzas húngaras aún siguen siendo una de sus colecciones de música más populares. Todos los bailes se basan en melodías folclóricas húngaras tradicionales y tienen una duración de aproximadamente uno a seis minutos. Algunos de los bailes se han vuelto mucho más reconocibles que otros, como es el caso de el No.5, pero como conjunto poseen una importancia a tener en cuenta. 

Encarnando la música folclórica húngara rápida y estridente que inspiró todo este conjunto de bailes, No.5 es quizás la más famosa de todas. El tempo rápido y las melodías memorables se unen para crear un baile verdaderamente emocionante; comienza rápido y se vuelve aún más frenético al final. Dirigida por las cuerdas, la rica y amplia melodía se extiende por toda la orquesta. A medida que se unen más instrumentos, la intensidad crece aún más. La Danza N5, escrita en compás binario tiene dos partes diferenciadas. La primera presenta el tema melódico principal, con cambios de dinámica, ritardandos que frenan el discurso musical y con una fuerza y energía sorprendentes. La segunda parte es mucho más viva y rápida, llena de virtuosismo y acrobacias. En la tradición húngara estas danzas se bailan como exhibiciones de agilidad con saltos y pasos muy marcados que requieren de una gran técnica y buen estado físico.


Cuando la percusión se une al drama de la música se convierte en el punto central de la música. Brahms fluctúa entre estas secciones bulliciosas y pequeñas secciones tranquilas para crear esa luz y sombra en la música. Se escucha un segundo tema en la sección central, pero pronto se remplaza por el tema de apertura que regresa con fuerza. Ahora incluso más rápido y más caótico, llevando a este famoso baile a un final explosivo.

Finaliza la danza con una vuelta al tema principal quedando estructurada en la forma ABA. 


                                           

 

Helena González García.



 

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