BSO 50-S.XXI: Dawn Of The Dead (1978) VS Dawn Of The Dead (2005)

 

La Banda Sonora Original (BSO) de "Dawn of the Dead" (1978), dirigida por George A. Romero y compuesta por Goblin, es un ejemplo destacado de música de terror y suspenso de la época. La partitura combina elementos electrónicos, rock progresivo y música atmosférica para crear una experiencia auditiva intensa y perturbadora que complementa de manera efectiva las imágenes y la narrativa de la película.

La BSO de "Dawn of the Dead" presenta una amplia gama de técnicas y texturas sonoras. Por un lado, se utilizan sintetizadores y teclados para crear paisajes sonoros oscuros y futuristas, evocando un sentido de desesperación y tensión. Estos elementos electrónicos se combinan con riffs de guitarra eléctrica y una sección rítmica enérgica, que aportan un toque de agresividad y dinamismo a la música.

La partitura también se caracteriza por el uso de motivos melódicos repetitivos y pegadizos. Estos motivos, a menudo interpretados por sintetizadores o teclados, se convierten en leitmotivs que se repiten a lo largo de la película, creando una sensación de identidad musical y estableciendo una conexión emocional con el espectador.

En términos de atmósfera, la BSO de "Dawn of the Dead" logra transmitir una sensación de claustrofobia, angustia y peligro constante. Los sonidos electrónicos distorsionados, los cambios abruptos en la dinámica y la utilización de efectos de sonido inquietantes contribuyen a crear un ambiente inquietante y opresivo que intensifica la experiencia cinematográfica.

Comparación con la Banda Sonora Original del remake de "Dawn of the Dead" (2004) dirigido por Zack Snyder:

La BSO del remake de "Dawn of the Dead" (2004), compuesta por Tyler Bates, presenta una aproximación diferente a la música en comparación con la versión original. En lugar de enfocarse en elementos electrónicos y rock progresivo, Bates opta por una partitura más orquestal y atmosférica, con la incorporación de elementos de música electrónica en momentos clave.

La BSO del remake de "Dawn of the Dead" busca generar tensión y suspenso a través del uso de texturas orquestales densas y melodías evocadoras. Se utilizan secciones de cuerdas disonantes y coros oscuros para crear un ambiente ominoso y aterrador. Además, se incorporan elementos de percusión impactantes y ritmos intensos que aumentan la sensación de peligro y urgencia.

A diferencia de la versión original, la BSO del remake no se basa tanto en motivos melódicos repetitivos, sino que se enfoca en la construcción de atmósferas sonoras y en la creación de contrastes dinámicos. La música se adapta a las diferentes situaciones y emociones de la película, desde momentos de calma tensa hasta secuencias de acción frenética.

En general, la BSO del remake de "Dawn of the Dead" refleja una estética más contemporánea y cinematográfica en comparación con la versión original, se utilizan secciones de cuerdas disonantes y coros oscuros para crear un ambiente ominoso y aterrador yd, además, se incorporan elementos de percusión impactantes y ritmos intensos que aumentan la sensación de peligro y urgencia. A diferencia de la versión original, la BSO del remake no se basa tanto en motivos melódicos repetitivos, sino que se enfoca en la construcción de atmósferas sonoras y en la creación de contrastes dinámicos. La música se adapta a las diferentes situaciones y emociones de la película, desde momentos de calma tensa hasta secuencias de acción frenética. La partitura de Tyler Bates se acopla de manera efectiva a la estética visual y al estilo narrativo del remake de Zack Snyder, aportando una dimensión emocional y energética a la película.

Tanto la BSO de "Dawn of the Dead" (1978) compuesta por Goblin como la del remake de 2004 compuesta por Tyler Bates, son ejemplos destacados de cómo la música puede enriquecer y potenciar la experiencia cinematográfica en el género del terror. Ambas partituras logran capturar la esencia del ambiente opresivo y angustiante de la historia, cada una con su enfoque y estilo distintivo. La elección de elementos electrónicos, rock progresivo y motivos melódicos repetitivos en la versión original, así como la utilización de texturas orquestales, coros oscuros y contrastes dinámicos en el remake, contribuyen a crear una atmosfera inmersiva y memorable que acompaña las imágenes y las emociones de la historia.