La Banda Sonora de Taxi Driver

Taxi Driver es una de las películas más importantes del medio, tanto, que aún hoy día resulta un fenómeno entre la gran mayoría de cinéfilos.

La complejidad y las capas que componen esta película no recaen solo en el guion ni en los planos, sino que también en la música, siendo esta la última composición del famoso Bernard Herrmann, gran compositor de obras como "Psicosis", "Vértigo", "Ciudadano Kane", "Con la muerte en los talones", "Jasón y los argonautas" entre muchas otras.

La música de Herrmann cuenta la historia del protagonista sin usar palabras, tan solo con las melodías.

Lo más importante es saber que la música, ya desde el inicio, genera una separación entre los dos lados del protagonista, así como un Jekyll y Hyde neoyorquinos. Estos dos bandos generan un duelo entre tema y contratema que se mantiene durante toda la película.

Cada "bando" musical declara el tono de la escena y el entorno mental del protagonista, mostrándote su psique.

En los momentos positivos para el protagonista (en cuanto a mente y entorno) aparece el famoso tema de Jazz, representando su lado Jekyll.

En cambio, en sus momentos negativos (en cuanto a situaciones y pensamientos), suena su contratema, el de su lado Hyde, que suena más siniestro y orquestal. 

Hay veces en la que las dos canciones se mezclan. Esto sucede cuando hay un cambio significativo que afecta a nuestro protagonista.

No solo rodean al protagonista, ya que por ejemplo, cuando el proxeneta engaña a Iris, pone en un tocadiscos el tema positivo del protagonista para engañarla.

En resumen y para no destripar toda la simbología de la película, la música de Taxi Driver no solo resulta magistral como Banda Sonora, sino como otra herramienta narrativa. Y todo esto, gracias al genio de Bernard Herrmann, que lamentablemente falleció el 1976, un año antes del estreno de esta obra maestra.