Numerología y cábala
Númerología y cábala.
por Francisco Manzano.
Paseando
una mañana por la Playa de Cortadura en Cádiz, leí un cartel que anunciaba un
concierto de la Orquesta Barroca de Sevilla. Lo extraño no fue que tocase una Orquesta
de Sevilla en Cádiz, sino la temática. Se representarían obras de J. Sebastian Bach, su
primo J. Bernhard Bach y de Georg Muffat. No, no se trataba de un cuarteto en
el Gran Teatro Falla, sino que sería un concierto que trataría de desvelar los
mensajes ocultos de la música barroca, de la cábala a la numerología. ¿Quién querría
perderse ese plan? Llegó la tarde y me presenté en la sala, deseando asistir a
esa interpretación mística y alegórica sobre el Antiguo Testamento. Sobre el
escenario, el director de la orquesta, Dº Alfonso Sebastían, un maño cofundador
de la Orquesta allá por 2010. Pasé todo el concierto intentado descifrar esos
mensajes ocultos entre las dos obras de Sebastian y una de Bernhard. Me pareció
sublime.
No obstante, mi curiosidad se
acrecentó, por lo que al llegar a casa comencé una ardua búsqueda sobre esta
temática, y di con quién sería mi guía en este maravilloso mundo, Pablo Vayón,
crítico de música y escritor. Aunque este concepto estuviese ya presente con
los sofistas, Vayón dice que desde el siglo XIV, conscientes de la realidad que
une la música y los números, se comenzaron a plantear juegos ocultos bajo inocentes
obras. Algunos musicólogos han atribuido a J. Sebastian Bach su afición por
este tipo de juegos, ya que solía asignar valores numéricos a las notas. Por
otra parte, la cábala hebraica, puesta de moda en Alemania desde al menos
mediados del siglo XVI, estaba supuestamente detrás de esta obsesión por el
mensaje cifrado. Pero lo que resulta verdaderamente asombroso de Bach, es ese
uso de la retórica que hizo siempre compatible con la asunción de un lenguaje
contrapuntístico de gran complejidad, cuya naturaleza matemática llevó en
ocasiones al terreno de la especulación más extrema. Una obra como la
Ofrenda musical es el mejor ejemplo de la unión de ambas realidades.
La
Ofrenda Musical está formada por varias piezas, dos Fugas sobre el tema real,
una a tres y otra a seis voces. Las fugas están tituladas como Ricercare a tres
y a seis. Ricercare, que es el nombre antiguo que tenían las fugas, es utilizado
por Bach de manera anacrónica. Consta también de diez cánones, varios de ellos enigmáticos,
basados en el tema real. Finaliza con una triosonata para violín, flauta y
continuo. Una maravilla para todos los sentidos.
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